Close Please enter your Username and Password
Reset Password
If you've forgotten your password, you can enter your email address below. An email will then be sent with a link to set up a new password.
Cancel
Reset Link Sent
Password reset link sent to
Check your email and enter the confirmation code:
Don't see the email?
  • Resend Confirmation Link
  • Start Over
Close
If you have any questions, please contact Customer Service


mariposa_609 67F
899 posts
4/5/2006 1:16 pm

Last Read:
4/10/2006 8:46 pm

SER FELIZ

Una vez un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y todo cuanto estaba del alcance de su mano.

En un recodo del camino vio un letrero que decía. "Le quedan dos meses de vida"
Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo:
Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean."

Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había buscado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amor; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado; pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar.

Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior. Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medidad de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de alegría, por ser Él: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total.

Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: "Cuánto gozamos lo poco que tenemos y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos."

"LA FELICIDAD NO CONSISTE EN HACER SIEMPRE LO QUE SE QUIERE, SINO EN QUERER SIEMPRE LO QUE SE HACE"

DIOS TE BENDIGA

OFELIA